Believe

Mirando al horizonte, quizás hallemos nuestro norte.

domingo, 7 de septiembre de 2014

Lo que fácil vino, fácil se fue.

Cerró las ventanas suavemente, la persiana entreabierta dejaba entrar los ultimos rayos de sol del dia a esa triste y diminuta habitacion que aun guardaba su olor. Se sentó en su cama, sin sabanas ni almohada, y mirando hacia el unico cuadro que colgaba de ese lugar se encendió su septimo cigarrillo de aquella larga tarde de otoño. Las numerosas cajas que guardaban su vida estaban apiladas desastrosamente. Pero aquellas estructuras de carton eran incapaces de llevarse lo que a ella realmente le importaba, algo que no era físico, era intocable, invisible para el resto, un mundo para ella. Aquellas multiples cajas no podian almacenar el olor de su colonia, que aun reposaba entre esas cuatro paredes, no podian almacenar la sonrisa que él le saco cuando ella no consiguio pasar la prueba de violin, esa sonrisa sincera reflejada en su espejo, donde ahora solamente queda un simple espejo sobresaliendo de una de esas apagadas cajas.Y todas esas abstractas cosas desapareceran un dia, como desaparecio su amor, desaparecieron los besos, los "te quiero", como si nada hubiese pasado.
Apagó el cigarrillo, cargó con una pequeña caja, y abandonó la habitacion dejando atras esa colilla y aquel solitario cuadro colgado de la grisacea pared que guardaria sus recuerdos durante una eternidad.