Believe

Mirando al horizonte, quizás hallemos nuestro norte.

martes, 7 de mayo de 2013

inolvidablemente maravilloso.

Pequeños y anaranjados rayos de sol se colaban por unos agujeritos de la persiana. Se encontraban igual que como se durmieron, él, con el torso al aire, y rodeando con el brazo a ella, que estaba apoyada sobre él, acurrucada, como si supiese que algo malo iba a pasar y la única protección se encontraba entre sus brazos. Ella olía a él. Él a ella. En la habitación reinaba un silencio, nada incomodo, podría decirse que incluso agradable. Ella sonreía, y él disimuladamente la miraba, como si en cualquier momento ella fuera a desaparecer. No se movían, es más, no querían moverse. La noche anterior habían grabado en su memoria un recuerdo único y maravilloso, algo que nunca olvidarían. Algo que jamás habían hecho, y que agradecieron haberlo experimentado juntos. Ahora esos dos enamorados no se acuerdan de la existencia del otro. Han rehecho sus vidas por separado. Pero en un rincón de sus almas, desearían repetirlo.

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